Cultura organizacional en tiempos del coronavirus
Seguimos viviendo tiempos de pandemia. Tanto se ha escrito sobre Coronavirus y sus efectos que para muchos parece ya un tema trillado y aunque seguimos viviendo la transición porque al parecer aún estamos lejos de superar la crisis, debemos migrar ya de un pensamiento de corto plazo y empezar a enfocar nuestra mente y nuestros esfuerzos en el futuro. Es decir, migrar del modo supervivencia a la búsqueda de oportunidades de largo plazo. Para aquellos que ya han sorteado estos meses con relativo éxito y aún siguen dando la batalla en el terreno personal y empresarial, la pregunta es:
Si trazáramos un continuo en donde en un extremo está Sufrimiento, en el medio Superviviencia y en el otro extremo Prosperidad; ¿En qué parte de la línea se ubicarían usted y su organización?
¿Qué hemos aprendido en este medio año de Pandemia?
La Pandemia es un portal a un nuevo mañana, como sea que este resulte ser. Tanto para personas como para organizaciones, ha sido una oportunidad para transformarnos. Como dijo la novelista y activista India Arundhati Roy: “Históricamente, las pandemias han obligado a los humanos a romper con el pasado e imaginar su mundo de nuevo. Este no es diferente. Es un portal, una puerta de entrada entre un mundo y el siguiente. Podemos elegir caminar a través de ella, arrastrando los cadáveres de nuestros prejuicios y odio, nuestra avaricia, nuestros bancos de datos e ideas muertas, nuestros ríos muertos y cielos ahumados detrás de nosotros. O podemos caminar a la ligera, con poco equipaje, listo para imaginar otro mundo. Y listo para luchar por ello.”
¿Qué está saliendo a flote en nuestra organización?
Ahora es cuando se debe influenciar la cultura en nuestros trabajos. La crisis genera un momento de verdad para cualquier cultura organizacional. Entonces debemos preguntarnos: ¿Es la nuestra flexible y adaptable? ¿O está desactualizada y nos está pesando? ¿Salen a flote los positivos o negativos?
Ahora es cuando más visibles se hacen los colegas optimistas. En estos tiempos, nadie tiene ganas de escuchar a los quejosos ¿Quiénes son nuestros “energizadores positivos”? ¿Cómo podemos ayudarles a difundir una perspectiva positiva? Recordemos que la cultura es el resultado de aquellas conductas que se copian y se replican. ¿Qué estamos observando, tolerando y replicando?
Algunas personas han aprovechado estos meses para potencializar la creatividad, agilidad, apoyo mutuo y conexión. Otras han permanecido atascadas, quejándose y ofreciendo excusas.
En poco tiempo encontraremos en el Coronavirus la explicación de todo lo bueno y lo malo que pueda suceder en nuestra organización. Finalmente cada uno de nosotros aceptará y recibirá el mismo desafío de forma distinta. Tal como la historia de los dos hermanos que explican cómo su padre alcohólico y violento fue la razón de su vida fracasada para uno, o su motor para la superación en el caso del otro al no querer replicar el ejemplo de su progenitor.
Aprovechar el momento
Cuando de Cambio Organizacional se trata, uno de los principios básicos es poder transmitir la urgencia e importancia para que un cambio se dé. En este sentido el Coronavirus nos ha facilitado el proceso. Si antes necesitábamos un cambio cultural que para algunos era innecesario, ahora pocos pueden cuestionar la necesidad imperiosa de cambiar. En palabras sencillas, se trata de sobrevivir. Lo que antes parecía imposible, ahora se está dando. Quien no aproveche este momento para hacer consciencia de porqué es importante el cambio y porqué es importante hacerlo ahora, difícilmente podrá hacerlo cuando vuelva la calma. Bienvenidas la creatividad, la experimentación, el ensayo y error; bienvenidos los valientes.
Recordemos…
La cultura ocurre todo el tiempo, en todas las interacciones. Cada interacción ofrece una opción:
Confirmar la cultura tal cual es o confrontarla e influenciarla para cambiarla.
¿Qué estamos copiando?
¿Qué estamos estimulando?
¿Qué ignoramos y por lo tanto toleramos?
¿Qué queremos intervenir?
